Amor con pasajeros


Por: Roberto G. Rivera Sánchez 2011

Por fin llegó un día, después de tantas rondas de vida en ausencia. Llegó Autobús, pero no por mucho. Resulta que su viaje es de corta duración… ¡de nuevo! Tan sólo iba de pasada a Estación en lo que las cosas iban retomando oportunidades. Llegó y, autobús al fin, tan sólo llegó para irse de nuevo. Sólo vino a dejar a algunos pasajeros con Estación.

 
Autobús se va con la expectativa de querer volver. Que tan sólo necesita recoger un par de pasajeros que esperan por él en otras estaciones, pero su parada favorita para descansar es en Estación. Resulta que Estación ya no quiere seguir esperando a quedarse a recibir más pasajeros. Quiere montarse finalmente con Autobús y dar vueltas con él. A conocer sus paisajes, a vivir el mundo como Autobús hace todos los días. Estación anda cansada de ver los mismos árboles, los mismos pájaros sobrevolar su entorno a la misma hora, ser pisoteada, escupida, tirada con basura, marcada, sucia y abandonada con el tiempo y viendo cómo su amado Autobús viene y va, dejándole pasajeros y recogiendo otros más, a veces sin devolverle una sonrisa, ni unos «buenos días».
 
Un día Estación detuvo a Autobús en seco. Los pasajeros se alborotaron porque iban tarde. -«¿Qué le pasa a ésta loca?» -gritaban. Pero Estación no iba a recibir ni a un pasajero más hasta que él finalmente accediera a llevársela a conocer el mundo con ella.

Acerca de RGRS

Artista Plástico, Poeta, Diseñador Gráfico, Emprendedor... o como quieras definirme.

Deja un comentario